
El expresidente Alejandro Toledo volvió a escuchar la palabra que más temía: culpable. La Novena Sala Penal Liquidadora de Lima lo condenó a 13 años y 4 meses de prisión efectiva por el delito de lavado de activos agravado, dentro del escandaloso Caso Ecoteva.
Con esta sentencia, Toledo suma dos condenas en menos de un año. La primera, dictada en octubre de 2024, lo castigó con 20 años y seis meses de cárcel por los sobornos de Odebrecht. Sin embargo, la nueva pena no se sumará a la anterior, sino que se ejecutará de manera independiente desde octubre de 2024.

El tribunal detalló cómo Toledo, junto a su entorno, utilizó un complejo esquema con empresas offshore —Confiado, Ecostate, Milan y Ecoteva— para dar apariencia de legalidad al dinero ilícito que recibió de Odebrecht y Camargo Correa entre 2006 y 2010. Los fondos fueron transferidos desde Suiza a Costa Rica, y de ahí terminaron en propiedades de lujo en Lima.
Según la Sala, los más de 4 millones de dólares lavados sirvieron para la compra de la casa en Casuarinas y una oficina en la Torre Omega, además de cancelar hipotecas en inmuebles de Camacho y Punta Sal. Todo, bajo la fachada de operaciones legales, pero con un origen que Toledo nunca pudo justificar.
El fallo también señala que su suegra Eva Fernenbug, su esposa Eliane Karp y sus exasesores Avraham y Shai Dan On participaron en la red financiera ilícita. Mientras tanto, el abogado David Esquenazi fue considerado cómplice por ejecutar operaciones sin exigir conocer el origen del dinero.
HUNDIDO POR LAS PRUEBAS
Para los magistrados, quedó probado que Toledo no solo sabía del origen ilícito de los fondos, sino que participó activamente en su tránsito. La versión de que el dinero pertenecía a Josef Maiman fue descartada por inconsistencias: Toledo mismo intervino en la creación de las empresas.
El Ministerio Público había solicitado 16 años y 8 meses de prisión para el exmandatario y su esposa, pero el tribunal finalmente impuso 13 años y 4 meses para él, mientras que el proceso contra Eliane Karp sigue en curso desde Israel, donde permanece prófuga.
La defensa intentó sostener que Toledo no tenía responsabilidad directa, pero el incremento patrimonial injustificado fue la prueba irrefutable. La Fiscalía calculó que el exmandatario adquirió inmuebles por más de 5 millones 126 mil dólares con dinero ilícito.

EL OCASO DEL ‘CHOLO SAGRADO’
Con esta segunda condena, Toledo se convierte en el primer expresidente peruano en acumular dos sentencias firmes por corrupción y lavado de activos. Desde su celda en el penal de Barbadillo, enfrenta además un proceso pendiente por el tramo 4 de la Carretera Interoceánica, donde la constructora Camargo Correa habría pagado nuevos sobornos.
El hombre que llegó al poder en 2001 como “el presidente de la democracia recuperada” ahora carga sobre sus hombros el peso de la justicia. La historia de Ecoteva, que empezó con la compra de una mansión en Casuarinas a nombre de su suegra, terminó confirmando lo que la Fiscalía siempre sostuvo: Toledo y su entorno armaron un esquema para lavar millones a espaldas del Estado peruano.
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